Huertos

Un huerto es una parcela de terreno destinada a cultivar hortalizas, frutas, legumbres y hierbas para consumo propio o comunitario. Tradicionalmente asociado a zonas rurales, también existen huertos en entornos urbanos, en patios, azoteas o balcones, que aprovechan espacios pequeños para producir alimentos y enseñar jardinería.

Los huertos pueden clasificarse en familiares, escolares, comunitarios o urbanos. Los familiares buscan autoconsumo; los escolares, aprendizaje; los comunitarios, cooperación vecinal; los urbanos, aprovechamiento de techos y patios. La producción suele ser de ciclo corto, con cultivos adaptados al clima local.

Prácticas básicas: preparar el suelo, elegir cultivos adecuadamente, rotar cultivos y asociar plantas; usar compost y abonos orgánicos; riego eficiente (goteo o captación de lluvia); acolchado para conservar humedad; control biológico de plagas y manejo sostenible de recursos.

Entre los beneficios están la producción de alimentos frescos, mejora de la nutrición, reducción de la huella ambiental por menor transporte, fomento de la biodiversidad y aprendizaje práctico.

Desafíos comunes: espacio y tiempo de mantenimiento, disponibilidad de agua, calidad del suelo en zonas urbanas, costos de instalación y posibles riesgos de contaminación en suelos. En contextos urbanos, la elección de sustratos y contenedores seguros es clave.