Descontaminación

Descontaminación es el conjunto de procesos destinados a eliminar, neutralizar o reducir a niveles seguros los contaminantes presentes en personas, objetos o ambientes para disminuir el riesgo para la salud humana y el medio ambiente. A diferencia de la limpieza básica, la descontaminación busca reducir la carga de sustancias peligrosas y sus posibles efectos. Puede realizarse en distintos contextos y utilizando enfoques físicos, químicos o biológicos, y puede llevarse a cabo in situ (en el lugar) o ex situ (trasladando los materiales a una instalación especializada).

En el ámbito médico y de emergencias, la descontaminación es una etapa crítica tras la exposición a agentes químicos, biológicos o radiactivos. Incluye la descontaminación de la piel, de la ropa y de pacientes para evitar la propagación de contaminantes, así como la protección de personal sanitario.

En entornos industriales y ambientales, la descontaminación abarca la respuesta a derrames y la rehabilitación de suelos, aguas y equipos contaminados. Se emplean métodos físicos (lavado, barrido, absorción), químicos (neutralización, oxidación) y, en ciertos casos, enfoques biológicos o biotecnológicos, dependiendo del contaminante y la normativa vigente. En algunos contextos se utilizan métricas para medir la eficacia, como el factor de descontaminación (DF), que expresa la reducción de concentración.

La regulación y las prácticas de descontaminación varían por país y sector. Organismos internacionales y nacionales, como la Organización Mundial de la Salud, agencias ambientales y autoridades laborales, desarrollan guías, protocolos y criterios de seguridad para la evaluación de la eficacia y la gestión de residuos derivados del proceso.