sacapuntas

Un sacapuntas es un instrumento utilizado para afilar la punta de un lápiz, eliminando la madera y parte del grafito hasta exponer un puntero limpio y afilado que facilita la escritura o el dibujo.

Se comercializan en varias modalidades: manuales y eléctricos. Los sacapuntas manuales suelen consistir en una carcasa que aloja una cuchilla afilada. El lápiz se inserta en un orificio y se gira o se presiona para que la punta se desgaste. Muchos modelos incorporan un depósito para recoger las virutas y, con frecuencia, presentan dos orificios de tamaños distintos para lápices de grafito estándar y para lápices más gruesos. Los sacapuntas eléctricos, por su parte, emplean un motor y una cuchilla que gira automáticamente y se utilizan para afilar varios lápices con menos esfuerzo, especialmente en entornos educativos o profesionales.

Uso y seguridad: para evitar roturas de la punta, no se debe aplicar una presión excesiva y se debe girar con suavidad. Es conveniente vaciar periódicamente el depósito de virutas y mantener la cuchilla limpia y afilada. Mantener los sacapuntas fuera del alcance de niños pequeños y usar modelos adecuados para el tipo de lápiz (grafito o colores) ayuda a prolongar su vida útil.

Historia y variantes: los primeros sacapuntas mecánicos surgieron en el siglo XIX. Hoy existen modelos simples de plástico o metal, con diseños ergonómicos y opciones como doble orificio, apertura para colores o portabilidad para uso escolar.