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precariedad

Precariedad es un término utilizado en las ciencias sociales para describir la condición de vulnerabilidad y la falta de seguridad en la vida cotidiana de las personas y las familias. Deriva de precario y se emplea para referirse a contextos en los que las condiciones económicas, laborales y sociales son inestables o inseguras. Aunque el concepto es amplio, se ha desarrollado especialmente para analizar la precariedad laboral y la precariedad habitacional, entre otras formas de vulnerabilidad social.

Las dimensiones principales de la precariedad incluyen la precariedad laboral, la habitacional y la de acceso

Orígenes y dinámicas: la precariedad se asocia a cambios estructurales en la economía contemporánea, como la

Impactos y debates: la precariedad se vincula a efectos adversos sobre la salud física y mental, la

Respuestas: las estrategias políticas incluyen fortalecimiento de la protección social, acceso universal a servicios, políticas de

a
protecciones
y
servicios
básicos.
En
el
ámbito
laboral,
se
caracteriza
por
contratos
temporales
o
informales,
subempleo,
salarios
bajos
y
la
ausencia
de
prestaciones
o
seguridad
social.
En
vivienda,
se
alude
a
tenencia
inestable,
costos
de
vivienda
elevados
y
condiciones
de
vivienda
inadecuadas.
También
se
registra
cuando
hay
acceso
insuficiente
a
servicios
como
salud,
educación
y
protección
social,
lo
que
agrava
la
vulnerabilidad
ante
crisis
o
shocks.
flexibilización
laboral,
el
aumento
de
la
informalidad
y
la
reducción
de
la
protección
social,
junto
con
impactos
de
la
globalización,
crisis
económicas
y
políticas
públicas
de
ajuste.
Estos
procesos
pueden
interactuar
con
la
demanda
de
vivienda
asequible,
servicios
públicos
y
seguridad
laboral,
generando
ciclos
de
vulnerabilidad.
educación,
la
estabilidad
familiar
y
la
movilidad
social.
Su
interpretación
varía
según
contextos
y
enfoques,
y
forma
parte
de
debates
sobre
políticas
de
protección
social,
empleo
decente
y
derechos
sociales.
vivienda
asequible
y
empleo
decente,
así
como
discusiones
sobre
ingresos
mínimos
o
ingresos
universales
para
reducir
la
vulnerabilidad
estructural.