postanestésica

La fase postanestésica, o recuperación posanestésica, es el periodo inmediatamente posterior a la finalización de la anestesia. Durante este tiempo el paciente debe despertar, recuperar funciones respiratorias y circulatorias estables, y empezar a controlar el dolor y las náuseas. Este estadio se realiza habitualmente en la unidad de recuperación posanestésica o en un área designada para monitorización cercana.

La vigilancia en la fase posanestésica incluye monitorizar de forma continua la vía aérea, la oxigenación, la ventilación, la frecuencia y presión arterial, el ritmo cardíaco y el estado de conciencia. También se evalúan el dolor, las náuseas y la temperatura corporal, así como la recuperación del bloqueo neuromuscular residual cuando se ha utilizado. Se emplean escalas como la de Aldrete para decidir la idoneidad de alta a la siguiente etapa de atención. Es fundamental confirmar la ausencia de complicaciones inmediatas y la estabilidad de signos vitales antes de trasladar al paciente.

El manejo habitual comprende soporte de la vía aérea, administración de oxígeno cuando es necesario, analgesia multimodal y tratamiento antiemético. Si persiste depresión ventilatoria o bloqueo neuromuscular, se aplican medidas de reversión específicas. Se deben vigilar posibles complicaciones como dolor intenso, náuseas, hipotensión, variaciones húmodinas, delirium posoperatorio o complicaciones respiratorias.

La transferencia fuera de la unidad posanestésica se realiza cuando se cumplen criterios de estabilidad hemodinámica y respiratoria, alerta y control adecuado del dolor. En algunos casos, la recuperación completa continúa en planta hospitalaria o en cuidados intensivos, según el procedimiento y el estado del paciente.