Home

metamorfismo

El metamorfismo es el proceso geológico por el cual las rocas preexistentes, ya sean sedimentarias, ígneas o metamórficas, experimentan cambios mineralógicos, texturales y estructurales al quedar expuestas a condiciones de temperatura, presión y fluidos diferentes a las que corresponden a su formación, sin fundirse por completo. Las condiciones que lo inducen incluyen aumento de temperatura, aumento de presión y la presencia de fluidos que facilitan reacciones químicas. A lo largo del tiempo, estas condiciones provocan la recristalización de minerales, el crecimiento de nuevos minerales y la reorientación de los granos, lo que puede generar texturas distintivas como la foliación.

Los principales tipos de metamorfismo son: regional, asociado a la deformación y el engrosamiento de la corteza

Protolitos comunes incluyen lutitas, areniscas y calizas, que al metamorfizarse producen rocas como esquistos, filitas, pizarra

durante
la
orogénesis;
de
contacto,
provocado
por
el
calentamiento
de
rocas
cercanas
a
intrusiones
magmáticas;
dinámico
o
tectónico,
relacionado
con
deformación
a
lo
largo
de
fallas;
de
enterramiento,
por
aumento
progresivo
de
temperatura
y
presión
durante
el
enterramiento;
y
de
impacto,
causado
por
impactos
meteóricos,
con
cambios
rápidos
de
presión
y
temperatura.
(de
baja
a
media
foliación);
gneises
y
migmatitas
(altas
variaciones
de
grado);
mármol
(calizas)
y
cuarcitas
(areniscas).
El
grado
de
metamorfismo
se
clasifica
en
bajo,
medio
y
alto,
asociado
a
cambios
en
mineralogía
y
texturas.
El
metamorfismo
es
clave
para
comprender
la
historia
tectónica
y
la
composición
de
la
corteza
terrestre.