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lijado

Lijado es un proceso de desbaste o alisado de superficies mediante la fricción entre un soporte abrasivo y el material a tratar. El objetivo es eliminar irregularidades, residuos o rayas superficiales y preparar la superficie para acabados como pintura, barniz o pulido. El lijado se aplica en una variedad de materiales, principalmente madera, metal, plástico y cerámica, y puede realizarse con herramientas manuales o mecánicas.

Las herramientas y abrasivos incluyen lijas o papeles de lija de distintos granos, cintas de lija, y

Procedimiento y seguridad: preparar la superficie, limpiar el polvo y usar protección ocular y respiratoria. Aplicar

Resultados y acabado: tras el lijado la superficie debe quedar lisa y limpia, lista para imprimación, pintura,

lijadoras
como
la
orbital,
rotativa
o
de
banda.
La
elección
del
grano
depende
del
material
y
del
objetivo:
granos
gruesos
(p.
ej.,
40-80)
para
desbaste,
granos
medios
(120-180)
para
desbaste
fino
y
granos
finos
(220-400
o
más)
para
acabado.
En
lijado
de
madera
conviene
seguir
la
dirección
de
las
fibras
para
evitar
marcas;
en
metal
y
otros
materiales
puede
emplearse
además
lijado
cruzado
para
uniformidad.
El
lijado
húmedo
con
agua
o
lubricante
reduce
el
polvo
y
el
calentamiento
del
abrasivo
y
puede
mejorar
el
acabado
en
ciertos
materiales.
una
presión
suave
y
movimientos
uniformes,
avanzando
de
granos
más
gruesos
a
más
finos.
Evitar
el
sobrelijado
y
las
zonas
con
desgaste
irregular;
en
superficies
sensibles
conviene
utilizar
soporte
suave
para
evitar
surcos.
El
lijado
genera
polvo
y
partículas;
ventilar
y
almacenar
correctamente
las
herramientas
cuando
no
se
usan.
barniz
o
pulido.
El
lijado
también
debe
realizarse
entre
capas
para
mejorar
la
adherencia,
y
las
lijas
deben
limpiarse
o
reemplazarse
cuando
se
obstruyen.