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inflexión

La inflexión es el proceso por el que las palabras cambian de forma para expresar categorías gramaticales como número, persona, tiempo, modo, aspecto, género o caso. En lingüística, el término distingue la inflexión de la derivación y de la formación de palabras compuestas: la inflexión modifica la forma de la misma unidad léxica para funcionar gramaticalmente, sin cambiar su clase léxica subyacente. La forma inflexionada puede formarse mediante afijos (sufijos o prefijos), cambios internos de la raíz (alteraciones vocálicas o consonánticas) o una combinación de ambos, y el conjunto de todas las formas posibles se denomina paradigma.

Ejemplos en español: los sustantivos cambian por número y, en algunos casos, por género en la concordancia

En lenguas con alta inflexión, muchas de estas categorías se expresan mediante morfemas ligados a la raíz,

con
los
determinantes
y
adjetivos
(casa,
casas;
niño,
niños).
Los
adjetivos
concuerdan
en
género
y
número
con
el
sustantivo
(casa
bonita,
casas
bonitas).
Los
pronombres
personales
muestran
persona
y
número
(yo,
tú,
él)
y
se
usan
también
formas
de
objeto
(me,
te).
Los
verbos
se
conjugan
para
expresar
persona
y
número
en
distintos
tiempos
y
modos
(hablar:
hablo,
hablas,
habla,
hablamos,
habláis,
hablan;
comí,
comiste,
comió;
ser:
soy,
eres,
es,
somos,
sois,
son).
mientras
en
lenguas
menos
inflexivas
pueden
requerir
palabras
auxiliares
o
cambios
de
orden.
En
general,
la
inflexión
es
una
característica
clave
de
la
gramática
que
permite
concordancia
y
función
sintáctica
sin
alterar
la
raíz
léxica.