estereotáxicos

Estereotáxicos, también conocidos como implantes estereotácticos, son dispositivos médicos utilizados principalmente en neurocirugía para guiar procedimientos quirúrgicos con alta precisión en el sistema nervioso central. Estos implantes se basan en la tecnología estereotáctica, que utiliza coordenadas tridimensionales para localizar y operar áreas específicas del cerebro o médula espinal con mínima invasión.

El procedimiento suele requerir la colocación de un marco estereotáctico, una estructura metálica fija que se ajusta al cráneo del paciente mediante radiografías o tomografías computarizadas. A través de este marco, el cirujano puede guiar instrumentos quirúrgicos con precisión milimétrica, permitiendo intervenciones en zonas profundas del cerebro donde los métodos tradicionales son menos efectivos. Este enfoque es especialmente útil en tratamientos para enfermedades como el Parkinson, la epilepsia, tumores cerebrales benignos o lesiones vasculares.

Además de su uso en cirugías invasivas, los implantes estereotácticos también se emplean en terapias no invasivas, como la estimulación cerebral profunda (DBS), donde se insertan electrodos para modular la actividad de ciertas áreas cerebrales. Esta técnica ha demostrado eficacia en el manejo de trastornos neurológicos y psiquiátricos, como la depresión resistente o los temblores esenciales.

Aunque los implantes estereotácticos ofrecen ventajas significativas en términos de precisión y reducción de complicaciones, su aplicación requiere un equipo médico altamente especializado y una evaluación cuidadosa del paciente. Riesgos potenciales incluyen infecciones, hemorragias o daño en estructuras adyacentes al área tratada. La tecnología continúa evolucionando, incorporando avances como la imagen por resonancia magnética intraoperatoria para mejorar la precisión y seguridad de estos procedimientos.