desalinizar

Desalinizar es el conjunto de procesos que permiten eliminar sales y otros contaminantes de aguas salinas o salobres para producir agua apta para consumo humano, riego u otros usos industriales. Los métodos más comunes son la destilación, la osmosis inversa, la electrodialisis y la nanofiltración. En la destilación se aplica calor para evaporar el agua y se condensa para obtener agua de baja salinidad. La osmosis inversa aprovecha membranas semipermeables para permitir el paso del agua a alta presión y retener sales y contaminantes. La electrodialisis y la nanofiltración emplean procesos basados en gradientes eléctricos o en membranas más selectivas para separar sales.

Antes de estas etapas se suele realizar pretratamiento para eliminar partículas, incrustaciones y materia orgánica, y tras la desalinización se realiza un tratamiento posterior para remineralizar el agua y desinfectarla cuando se dirige a consumo humano.

La desalinización tiene usos importantes en zonas costeras o áridas donde la disponibilidad de agua dulce es limitada, suministrando agua potable, agua para riego o abastecimiento industrial. Sus plantas son de alto costo y requieren energía, mantenimiento y gestión de la salmuera residual, que debe gestionarse sin dañar el entorno. En muchos casos se busca combinarla con energía renovable para reducir emisiones.

La historia moderna de la desalinización se ha desarrollado principalmente desde mediados del siglo XX, con un crecimiento notable gracias a las tecnologías de membranas desde las décadas de 1970 y 1980. Aun con avances, la desalinización se considera una opción complementaria en la gestión de recursos hídricos, más que una solución única para la demanda de agua.