corredizas

El término “corredizas” se utiliza para describir elementos que se desplazan de forma deslizante a lo largo de una guía o riel. En la construcción y el mobiliario, se aplica principalmente a puertas, ventanas, paneles o compartimentos cuyo movimiento es lateral, en lugar de abrirse oscilando.

Usos y variantes: las puertas corredizas permiten el acceso sin ocupar espacio al abrirse; las ventanas y cierres corredizos ofrecen ventilación o acceso sin proyectar líneas exteriores. También se emplean en armarios, closets, biombos y paneles móviles. Existen variantes como puertas corredizas simples, puertas corredizas de bolsillo (empotradas en la pared cuando se abren) y sistemas de deslizamiento con riel superior o doble riel.

Mecanismos y materiales: pueden emplear rieles de aluminio, acero o plástico; rodamientos o ruedas para suavizar el deslizamiento; y diferentes acabados en madera, vidrio o metal. Los rieles pueden ser visibles o ocultos; algunos diseños permiten ocultarlos dentro de la estructura para lograr una estética más limpia.

Ventajas y desventajas: entre las ventajas destacan la optimización del espacio, la flexibilidad de diseño y la posibilidad de crear transiciones abiertas entre ambientes. Desventajas pueden incluir la necesidad de instalación precisa y mantenimiento de guías y rodamientos, mayor complejidad de reparación y, en ciertos casos, menor aislamiento acústico o térmico si no se selle adecuadamente.

Consideraciones de instalación: la elección debe considerar el peso de la hoja, el tamaño de la abertura, la frecuencia de uso y las condiciones ambientales. Se recomienda recurrir a un profesional para medir, instalar y ajustar el sistema, y revisar periódicamente los rieles y rodamientos para evitar desgastes.