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compulsiones

Compulsiones son conductas repetitivas o actos mentales a los que una persona se siente obligada, generalmente en respuesta a una obsesión o siguiendo reglas que deben cumplirse de forma rígida. Su objetivo es reducir la angustia, prevenir un daño o evitar una situación temida. Aunque la persona reconoce que las conductas pueden ser irracionales, le resulta difícil suspenderlas. Las compulsiones son un rasgo central del trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), pero también pueden aparecer en otros trastornos de ansiedad o en contextos culturales o rituales.

Las compulsiones pueden ser comportamientos observables, como lavarse las manos, comprobar cerraduras, ordenar objetos o contar;

El TOC suele iniciarse en la adolescencia o en la adultez temprana y puede presentarse en varying

El diagnóstico se basa en criterios clínicos. En el TOC hay obsesiones y/o compulsiones que consumen tiempo

El tratamiento habitual combina psicoterapia y farmacoterapia. La terapia cognitivo-conductual con exposición y prevención de respuesta

o
actos
mentales,
como
rezar,
repetir
palabras
o
realizar
verificaciones
internas.
Su
realización
no
busca
el
placer,
sino
aliviar
la
ansiedad,
o
prevenir
el
miedo,
aunque
la
relación
entre
la
conducta
y
el
resultado
sea
irreal
o
desproporcionada.
grados
de
severidad.
La
afectación
varía;
algunas
personas
dedican
varias
horas
al
día
a
las
compulsiones
y
la
condición
puede
interferir
con
el
funcionamiento
diario.
Las
comorbilidades
frecuentes
incluyen
otros
trastornos
de
ansiedad,
depresión
y,
a
veces,
otros
trastornos
obsesivo-compulsivos
o
del
control
de
impulsos.
(generalmente
más
de
una
hora
al
día)
o
causan
malestar
o
deterioro
funcional
significativo,
y
no
se
deben
explicar
mejor
por
otro
trastorno
o
por
efectos
de
sustancias.
Las
compulsiones
deben
distinguirse
de
rituales
culturales
o
de
hábitos
normales.
(ERP)
es
la
opción
de
primera
línea.
Los
ISRS
(con
dosis
altas)
suelen
ser
eficaces,
y
a
veces
se
añade
clomipramina.
En
casos
resistentes,
pueden
considerarse
enfoques
como
estimulación
magnética
transcraneal,
estimulación
cerebral
profunda
o
ajustes
farmacológicos
adicionales.
Con
intervención
adecuada,
muchos
pacientes
experimentan
reducción
de
síntomas
y
mejora
funcional.