colecistitis

La colecistitis es la inflamación de la vesícula biliar. Es una de las patologías biliares más comunes y puede presentarse de forma aguda o crónica. La forma aguda suele resultar de la obstrucción del conducto cístico, habitualmente por cálculos biliares, que desencadena inflamación y, a veces, infección.

La colecistitis aguda calculosa es la variante más frecuente. Existe también la colecistitis aguda acalculosa, que aparece sin piedras y suele asociarse a pacientes hospitalizados o críticamente enfermos, por isquemia o infección. La colecistitis crónica se debe a repetidas crisis inflamatorias y se caracteriza por dolor recurrente y cambios estructurales en la vesícula.

Síntomas y diagnóstico: el dolor en la región umbilical o en la parte superior derecha del abdomen, a menudo intenso y constante, suele acompañarse de fiebre, náuseas o vómitos. El signo de Murphy puede estar presente al palpar la vesícula. Los análisis pueden mostrar leucocitosis y, a veces, elevación de enzimas hepáticas. La ecografía abdominal es la prueba diagnóstica inicial, que muestra vesícula inflamada, pared engrosada, posible líquido perivesicular y cálculos. Si la ecografía es inconcluyente, puede utilizarse una gammagrafía de vesícula biliar (HIDA) o, en casos complejos, una tomografía computarizada.

Tratamiento: la mayoría de los casos requieren hospitalización, antibióticos de amplio espectro y líquidos intravenosos. La colecistectomía laparoscópica suele realizarse dentro de las primeras 72 horas para la colecistitis aguda. En pacientes inestables, se recurre al drenaje percutáneo temporal. La colecistitis crónica se maneja con colecistectomía electiva si hay síntomas.

Pronóstico y prevención: con tratamiento oportuno, el pronóstico es favorable. Las complicaciones pueden incluir gangrena, perforación o sepsis. La prevención se centra en el manejo de la colelitiasis y la reducción de factores de riesgo como obesidad y diabetes.