anisotrópico

La anisotropía es la propiedad de variar con la dirección dentro de un medio. Cuando una propiedad depende de la orientación, se habla de un material anisotrópico; si no hay variación con la dirección, se dice isotrópico. El término proviene del griego anisos, “desigual”, y tropos, “dirección”.

La anisotropía se observa en numerosos campos, como la física, la ingeniería, la óptica, la geología y la biología. Puede surgir por la estructura interna ordenada de un material (cristales, fibras) o por la orientación preferente de sus componentes. Así, la dependencia direccional de propiedades físicas se describe mediante herramientas matemáticas como tensores.

Ejemplos comunes muestran la diversidad de la anisotropía. En óptica, ciertos cristales como el calcita presentan birrefringencia, con índices de refracción diferentes según la dirección y la polarización de la luz. En la ingeniería de materiales, la madera es más resistente a la tracción a lo largo de las fibras que perpendicularmente a ellas; los materiales compuestos muestran propiedades mecánicas y térmicas dependientes de la orientación de las capas o fibras. En difusión, la tasa de difusión puede variar con la dirección en sólidos anisotrópicos. En magnetismo, la energía de anisotropía determina una dirección fácil de magnetización.

El modelado de la anisotropía utiliza tensores para describir cómo cambian las magnitudes dependientes de la dirección. En cristales y materiales con texturas, la simetría estructura determina cuántos parámetros independientes deben especificarse.

La anisotropía tiene aplicaciones prácticas en geofísica, óptica, electrónica y diseño de materiales, donde aprovechar o compensar la dependencia direccional de las propiedades es clave para el rendimiento y la interpretación de fenómenos.