afianzas

Afianzas son garantías emitidas por un tercero, conocido como afianzador o fiador, para asegurar el cumplimiento de una obligación por parte del afianzado ante un beneficiario. En una afianza intervienen tres partes: el afianzado (deudor principal), el afianzador (garante) y el beneficiario (acreedor). El contrato de afianza establece un importe máximo, un plazo y las condiciones bajo las cuales el afianzador debe pagar o asegurar la prestación garantizada. En caso de incumplimiento por parte del deudor, el beneficiario puede exigir al afianzador, hasta el límite pactado, el pago de la obligación o la ejecución de lo garantizado. Tras el pago, el afianzador suele ejercer su derecho de subrogación para reclamar al afianzado el importe desembolsado, junto con intereses y costos.

Los afianzadores suelen ser compañías de seguros, entidades financieras u otros agentes autorizados. La prima o comisión se paga por la garantía y depende de factores como la solvencia, el monto, el plazo y el riesgo asociado al contrato subyacente.

Las afianzas se emplean en diversos ámbitos: licitaciones y contratos de obra (garantía de cumplimiento), contratos de suministro y servicios, garantías de alquiler, fianzas judiciales para procesos o para el cumplimiento de sentencias, y garantías aduaneras o de cumplimiento de obligaciones fiscales en ciertos regímenes.

Existen distintas modalidades de afianza, entre las que se destacan la afianza de cumplimiento, la afianza de buena ejecución, la afianza de pago y las garantías judiciales o aduaneras. La regulación y la supervisión de las afianzadoras varían según el país e implican requisitos de capital, información y transparencia para proteger a las partes involucradas.