Recalentar

Recalentar es la acción de calentar de nuevo un alimento o bebida después de haber enfriado. En la cocina y en el manejo de alimentos, recalentar implica devolver la comida a una temperatura adecuada para su consumo, normalmente tras refrigeración o almacenamiento.

El término procede de la prefijo re- (de nuevo) y calentar. En algunas regiones hispanohablantes, recalentado puede referirse a las sobras que han sido recalentadas, o a la práctica misma.

Los métodos comunes de recalentar incluyen el microondas, el horno convencional, la estufa o el vapor. En el microondas, es recomendable cubrir el alimento y remover a mitad de cocción para favorecer un calentamiento uniforme. En el horno, calentar de forma pareja y cubrir para evitar resecar. En la estufa, recalentar a fuego suave y remover para evitar puntos fríos o quemados. Para conservar calidad, conviene evitar recalentar repetidamente y evitar calentar en exceso.

Seguridad: recalentar sobras a una temperatura interna de al menos 74 °C (165 °F) en su totalidad y de forma uniforme. Recalentar solo una vez. No dejar alimentos a temperatura ambiente más de dos horas y refrigerarlos lo antes posible. Descartar alimentos que presenten mal olor, textura extraña o signos de deterioro.

En la vida cotidiana, la recalentar puede ayudar a reducir el desperdicio de comida y a aprovechar sobras; sin embargo, debe hacerse con precaución para mantener la seguridad alimentaria.