Legitimidad

**Legitimidad**

La legitimidad es un concepto central en las teorías políticas, sociológicas y jurídicas que se refiere a la percepción de que un poder, autoridad o institución está justificado y aceptado por la sociedad o por quienes la ejercen. No se limita a la validez formal de una norma o decisión, sino que implica un reconocimiento moral y social que refuerza su aceptación y cumplimiento. En este sentido, la legitimidad puede ser derivada de fuentes como la tradición, la ley, la voluntad popular, la carisma del líder o la racionalidad de las normas establecidas.

En el ámbito político, la legitimidad suele evaluarse en relación con la gobernanza de un Estado. Gobiernos con legitimidad suelen ser aquellos que demuestran transparencia, respeto a los derechos humanos, participación democrática y capacidad para resolver problemas sociales. La legitimidad puede ser *derivada* (basada en instituciones establecidas, como las constituciones) o *pertenecista* (derivada de la identidad cultural o histórica de un grupo). En contextos de conflicto, la legitimidad también puede ser cuestionada, llevando a la polarización y a la resistencia a las decisiones tomadas.

En el derecho, la legitimidad se vincula con la validez de los actos jurídicos, como la capacidad de una persona para ejercer derechos o obligaciones. Un acto es legítimo si cumple con los requisitos legales y no contrasta con principios éticos o morales. La legitimidad procesal, por ejemplo, se refiere a que un juicio se realice conforme a las reglas establecidas, garantizando equidad y justicia.

La pérdida de legitimidad puede generar crisis en las instituciones, como en casos de corrupción, autoritarismo o falta de respuesta a las necesidades sociales. En cambio, una legitimidad sólida fortalece la confianza en las instituciones y promueve la cooperación y el orden social. La discusión sobre legitimidad sigue siendo relevante en debates sobre democracia, derechos humanos y gobernanza global.