Alérgico

Alérgico es un término utilizado en español para describir a una persona que padece alergia. Como adjetivo, indica que alguien tiene una reacción adversa del sistema inmunitario a sustancias que, en la mayoría de las personas, no provocan daño. Se utiliza habitualmente con el complemento “a” para indicar el alérgeno: alérgico a la lluvia de polen, a los frutos secos, etc. También puede usarse como sustantivo para referirse a la persona aislada: un alérgico. Los sustantivos y adjetivos se forman en masculino, femenino (alérgica) y plural (alérgicos, alérgicas).

En medicina, la alergia es una forma de hipersensibilidad del sistema inmunitario frente a alérgenos como polen, polvo, mohos, pelos de animales, alimentos, insectos o medicamentos. Las reacciones pueden ser mediadas principalmente por inmunoglobulina E (IgE), con desencadenantes inmediatos, o no IgE. Los síntomas varían desde congestión nasal, picor y estornudos, conjuntivitis y urticaria, hasta sibilancias, dificultad para respirar o, en casos graves, anafilaxia.

El diagnóstico se basa en la historia clínica y en pruebas específicas, como pruebas cutáneas de alergia o mediciones de IgE sérica frente a alérgenos concretos; en algunos casos, pruebas de provocación controladas (p. ej., food challenges) pueden ser necesarias. El tratamiento apunta a evitar el alérgeno cuando es posible y a aliviar los síntomas con medicamentos: antihistamínicos, corticosteroides nasales o inhalados, broncodilatadores y, en emergencias de anafilaxia, autoinyectores de epinefrina. En ciertos alérgicos, la inmunoterapia (desensibilización) frente a alérgenos específicos puede reducir la sensibilidad a largo plazo.

La gestión de la alergia implica educación sobre el reconocimiento de síntomas, planes de emergencia y medidas de seguridad, como lectura de etiquetas y prevención de la exposición, para mejorar la calidad de vida y reducir riesgos.