velocípedo

El velocípedo es un vehículo impulsado por la fuerza humana que, en su uso histórico, designa las primeras máquinas de dos ruedas que precedieron o evolucionaron hacia la bicicleta moderna. El término procede de raíces que significan “rápido” y “pie” y se ha utilizado en español para describir desde las máquinas sin pedales hasta las primeras bicis con pedales. En España y América Latina, el término se emplea para referirse a estas máquinas del siglo XIX y a sus sucesores tempranos.

En 1817, Karl Drais presentó la Laufmaschine, conocida en francés como draisine, un aparato de dos ruedas montado sobre un marco de madera que se impulsaba empujando con los pies contra el suelo. No tenía pedales ni transmisión y sirvió como primer intento práctico de transporte mecánico impulsado por el usuario.

En la década de 1860, en Francia, Pierre Michaux y otros fabricantes introdujeron el velocípedo de pedales, con pedales en la rueda delantera. Recubierto con llantas de metal y con ruedas de gran tamaño, recibió el apodo de boneshaker por la dureza de su marcha y su construcción rudimentaria, que ofrecía avances respecto a la draisine pero exigía habilidades y precaución.

Durante la década de 1870 surgieron los velocípedos de gran rueda delantera (penny-farthing), que promovían mayores velocidades pero eran inestables. A finales del siglo, la adopción de llantas neumáticas, cadenas y marcos ligeros dio lugar al llamado velocípedo de seguridad, precursor directo de la bicicleta moderna.

El velocípedo representa una etapa clave en la historia del transporte y la ingeniería de vehículos, sentando las bases del diseño, la tracción y la mecánica de transmisión que caracterizan a las bicicletas actuales.