paleoclimático

El término paleoclimático se utiliza para describir las condiciones climáticas del pasado y, en la ciencia, para referirse a los datos, métodos y resultados que permiten reconstruirlas. La paleoclimatología es la disciplina dedicada a estudiar estas condiciones y su variabilidad a lo largo del tiempo. Las reconstrucciones se apoyan en proxies geológicos y biológicos que registran indicios del clima de distintas épocas, como núcleos de hielo, sedimentos oceánicos y terrestres, polen, anillos de árboles, foraminíferos y estalagmitas. Los proxies suelen analizarse junto con indicadores isotópicos (por ejemplo δ18O y δD) que se asocian a temperaturas y al balance de agua.

Los rangos temporales cubiertos van desde millones de años atrás hasta los últimos glaciares y periodos interglaciares. Los paleoclimatólogos integran múltiples proxies y, a través de modelos climáticos y métodos de síntesis, estiman variables como temperatura global y regional, precipitación, humedad, circulación atmosférica y oceánica y variabilidad estacional.

El estudio paleoclimático es clave para comprender la variabilidad natural del clima, las respuestas del sistema climático a cambios externos (como variaciones orbitales y cambios en los gases de efecto invernadero) y para contextualizar las tendencias actuales. Entre sus límites figuran las incertidumbres de fecha, la resolución espacial y temporal, y los sesgos inherentes a cada proxy.