espiratorios

Los espiratorios son el conjunto de músculos implicados en la expiración, especialmente durante la expiración forzada o ante una mayor demanda de ventilación. En reposo, la expiración es principalmente pasiva y resulta de la elasticidad pulmonar y torácica; los músculos espiratorios no se contraen de forma significativa.

Los principales espiratorios son los músculos intercostales internos y los músculos de la pared abdominal: recto mayor y los oblicuos (externo e interno) y el transverso del abdomen. Al contraerse, estos músculos aumentan la presión intratorácica y reducen el volumen de la cavidad torácica, promoviendo la expulsión del aire. En la expiración forzada pueden participar otros músculos de la pared torácica, como el transverso del tórax y los intercostales internos accesorios.

El control de la expiración es mayoritariamente automático, regulado por los centros respiratorios del bulbo raquídeo y la protuberancia. La expiración en reposo no requiere actividad muscular voluntaria; sin embargo, puede hacerse activa durante el ejercicio, la tos, los estornudos o ante ciertas patologías que limitan la salida de aire. La activación de los espiratorios aumenta la velocidad y la cantidad de aire expulsado y eleva la presión intratorácica.

Desde el punto de vista clínico, la debilidad o disfunción de los músculos espiratorios puede aumentar el trabajo respiratorio y provocar ventilación ineficaz, especialmente en enfermedades como EPOC, fibrosis pulmonar o miopatías. La evaluación de la función espiratoria y la rehabilitación respiratoria orientan el manejo de estos pacientes.