autodeterminación

La autodeterminación es el derecho de los pueblos a determinar libremente su estatus político y a perseguir su desarrollo económico, social y cultural. Se distingue entre autodeterminación interna (autonomía o autogobierno dentro de un estado existente) y autodeterminación externa (independencia o cambio de soberanía).

En el derecho internacional, el principio se reconoce en la Carta de las Naciones Unidas (artículo 1, apartado 2), que contempla el derecho de los pueblos a la libre determinación, y en los pactos de derechos humanos (Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, ambos con articulación sobre la libre determinación como eje de los derechos colectivos). En 1960, la Resolución 1514 (XV) de la Asamblea General declaró el derecho de los pueblos colonizados a la independencia y a la libre determinación como fundamento de la descolonización.

La práctica ha evolucionado desde la descolonización hacia debates contemporáneos sobre autonomía interna, secesión y derechos de los pueblos indígenas. Ejemplos citados con frecuencia incluyen Timor Oriental, que logró la independencia en 2002; movimientos regionales que buscan mayor autogobierno; y reclamaciones en territorios disputados como el Sáhara Occidental o regiones con aspiraciones secesionistas. En 2007, la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas reafirmó el derecho de dichos pueblos a la autodeterminación, a menudo en sentido interno, para preservar su identidad y recursos.

Si bien se reconoce como principio fundamental del derecho internacional, la aplicación de la autodeterminación entra en tensión con el principio de integridad territorial de los Estados y depende de contextos políticos y negociaciones, por lo que no admite una regla única que se aplique a todos los casos.