arrancados

Arrancados es el participio pasado del verbo arrancar y se utiliza en español tanto como adjetivo como, en ciertos contextos, como sustantivo en plural. Su sentido principal es “quitados de su lugar de origen por acción de tirar o halar” o, en el ámbito de la mecánica, “puestos en marcha” o “iniciados”.

En horticultura y agronomía, arrasgan o plantas que han sido arrancados de la tierra, ya sea por tormentas, labores de desmonte o accidentes. En ámbitos técnicos o de ingeniería, puede referirse a objetos que han sido arrancados para iniciar su funcionamiento o a maquinaria que ya ha sido puesta en marcha; por ejemplo, se habla de un motor que ya está arrancado.

En uso figurado, el término puede describir desplazamientos forzados o cambios abruptos en una situación o entorno, empleándose de manera metafórica dependiendo del contexto. No obstante, este uso es circunstancial y depende del matiz que el hablante quiera aportar.

Etimológicamente, arrancados proviene de arrancar, que significa quitar de raíz, retirar con fuerza o iniciar un movimiento. Su empleo es común en textos descriptivos y en reportes técnicos para denotar aquello que ha sido separado de su base o que ya ha iniciado su operación.