Distraído

Distraído es el participio del verbo distraer y se usa como adjetivo en masculino singular para describir a alguien que no presta atención, que se distrae con facilidad o que está ausente de pensamiento. En femenino, distraída; en plural, distraídos y distraídas. También puede funcionar como sustantivo para referirse a una persona distraída, aunque es menos formal.

Etimología: procede del latín distrahere, formado por dis- (hacia fuera) y trahere (tirar, arrastrar). Originalmente significa apartar o desviar la atención; con el tiempo adquirió el sentido de estar menos concentrado.

Uso y matices: distraído describe un estado temporal de falta de atención. No implica enfermedad per se, aunque puede aparecer como rasgo de personalidad o como síntoma en contextos de trastornos de atención. El término admite variación regional en su connotación; en muchos contextos se usa de manera neutral o ligeramente irónica.

Sinónimos y diferencias: otros términos cercanos son despistado, disperso u olvidadizo. Distraído sugiere más bien una falta de atención momentánea, mientras que despistado puede indicar desorientación más duradera y olvidadizo se centra en la memoria.

Notas culturales: en español, “un distraído” se usa a veces como sustantivo para referirse a una persona distraída, con tono humorístico o crítico.

En psicología y medicina, la distracción puede presentarse como un rasgo temporal o como parte de condiciones de atención; no es, por sí mismo, un diagnóstico.