Contraerse

Contraerse es un verbo español, en su forma pronominal, derivado de contraer. Significa que el sujeto experimenta una contracción o que algo se reduce, se tensa o se ve afectado por un cambio. El uso abarca desde procesos físicos hasta estados morales o materiales. Proviene del latín contrahere.

En fisiología, se refiere a la acción de acortarse o tensarse de músculos y otros tejidos: “los músculos se contraen durante el ejercicio”.

En medicina o salud, puede expresar la adquisición de una enfermedad o infección por exposición: “contraer una enfermedad” (forma más común) y, de forma coloquial, “se contrajo la gripe”.

En economía, demografía y áreas afines, se usa para indicar una reducción o disminución: “la economía se contrajo un X%”, “las ventas se contrajeron”. También se aplica a cambios en magnitudes como población o precios cuando disminuyen.

En derecho y relaciones personales, se emplea en expresiones como “contraer deudas”, “contraer un préstamo” y “contraer matrimonio”, es decir, implicar un compromiso, obligación o estado legal al que se llega mediante acción.

Notas de uso: la forma reflexiva enfatiza que la acción recae sobre el sujeto o sucede de modo involuntario, mientras que la forma no reflexiva puede funcionar con objetos directos para indicar adquisición o efecto sobre algo externo. En todos los casos, contracción, contracción y contracción son usos habituales para describir cambios de tamaño, estado o carga.