Autooscilantes

Autooscilantes es un término utilizado para describir circuitos que generan una señal periódica en la salida sin una excitación externa periódica. Esto se logra mediante realimentación positiva: una fracción de la salida se alimenta de nuevo a la entrada para reforzar la señal. El criterio de Barkhausen establece que, para que haya oscilación sostenida, la ganancia de lazo debe ser al menos 1 en la frecuencia de oscilación y la suma de las fases en el lazo debe ser un múltiplo de 360 grados. En la práctica, la ganancia inicial suficiente y las no linealidades del sistema limitan la amplitud.

Construcción típica: un elemento activo que proporciona ganancia (transistor, válvula, amplificador operacional) y una red de realimentación que determina la frecuencia y el tipo de oscilación. Dependiendo de la red, se distinguen osciladores LC (Colpitts, Hartley), que usan un tanque LC para generar frecuencias altas, y osciladores RC (Wien-bridge, fase de retardo) para frecuencias más bajas. También existen osciladores de relajación (astables) que producen formas de onda no sinusoidales como cuadrados o triángulos, y osciladores en anillo compuestos por una cadena de inversores o amplificadores en bucle.

La oscilación suele estabilizarse mediante efectos no lineales que limitan la ganancia a medida que la amplitud aumenta, o mediante control de ganancia automático. Normalmente, pequeñas perturbaciones (ruido) inician la oscilación.

Aplicaciones típicas incluyen generadores de señales en radios y transmisores, relojes y temporizadores, pruebas de laboratorio y sistemas que requieren cronometría simple, como microcontroladores que emplean osciladores en anillo para clocking.