Antônimos

Los antónimos son palabras con significados opuestos o contrarios entre sí. En lingüística y lexicografía se estudian como una relación semántica que permite expresar contrastes. El término proviene del griego anti- “contra” y onoma “nombre”.

Se identifican en tres grandes grupos: gradables, complementarios y relacionales. Los antónimos gradables cubren extremos de una escala: grande/pequeño, rápido/lento, caliente/frío. Los antónimos complementarios son pares en los que la existencia de una realidad excluye la otra de forma binaria: vivo/muerto, presente/ausente, correcto/incorrecto. Los antónimos relacionales, o conversacionales, expresan una relación entre dos roles o perspectivas: padre/hijo, comprador/vendedor, maestro/alumno.

En muchos casos la antonimia es sensible al contexto: una palabra puede funcionar como antónimo solo en determinados sentidos. Además, algunos antónimos se crean por prefijación (in-, des-, anti-), mientras otros son términos independientes que funcionan como opuestos sin relación morfológica evidente.

En diccionarios y en procesamiento del lenguaje natural, la antonimia facilita la inclusión de matices, la generación de variación léxica y la detección de contrastes en la interpretación de textos. Su estudio ayuda al aprendizaje de vocabulario y a la descripción de relaciones semánticas en corpus.