tromboembolias

Las tromboembolias son procesos en los que un trombo se forma en un vaso sanguíneo y, al desprenderse, viaja por el torrente sanguíneo hasta obstruir otro vaso. Dependiendo de la localización, pueden afectar pulmones, cerebro, intestino o extremidades. Cuando el trombo se aloja en el pulmón se denomina embolia pulmonar; cuando obstruye una arteria cerebral, renal o mesentérica, se habla de embolia arterial.

Se clasifican en tromboembolias venosas y arteriales. En las venosas, la embolia pulmonar es la manifestación principal y suele originarse en una trombosis venosa profunda de extremidades. En las arteriales, las embolias provocan infarto agudo en órganos como cerebro, riñón o intestino, o isquemia de extremidades.

La patogénesis implica la triada de Virchow: hipercoagulabilidad, estasis sanguínea y daño endotelial. Factores de riesgo incluyen inmovilidad, cirugía reciente, cáncer, embarazo, uso de esteroides o anticonceptivos, tabaquismo y antecedentes de trombofilia. A menudo varias condiciones coexisten, aumentando la probabilidad de un tromboembolismo.

Los síntomas dependen de la localización. En la embolia pulmonar hay disnea repentina, dolor torácico y taquicardia; en la embolia arterial, signos neurológicos, dolor abdominal por isquemia mesentérica, dolor súbito en extremidad con pérdida de pulso y frío; la trombosis venosa profunda se manifiesta como dolor e hinchazón en una pierna. La sospecha clínica se confirma con pruebas de imagen.

El diagnóstico se apoya en pruebas como ecografía Doppler de extremidades para DVT, tomografía computarizada angiográfica o V/Q para embolia pulmonar, y pruebas de laboratorio como dímero D. El tratamiento suele ser anticoagulación y, en casos graves, trombolisis o intervención quirúrgica; la prevención es clave.