sclerosantes

Los sclerosantes, o agentes esclerosantes, son sustancias químicas utilizadas para inducir la esclerosis de tejidos, principalmente venas o cavidades, mediante irritación endotelial que provoca inflamación, trombosis y fibrosis, con el objetivo de ocluir el vaso o cerrar la cavidad. Se emplean principalmente en escleroterapia de venas varicosas y malformaciones vasculares, y también se usan para reducir o eliminar cavidades quísticas, como quistes hepáticos, tras aspiración.

Mecanismo y aplicaciones. Al ser inyectados, estos agentes irritan la capa interna de las venas o de la pared de las cavidades, lo que desencadena inflamación local, formación de trombos y, con el tiempo, fibrosis que contribuye al cierre o colapso del espacio tratado. Los sclerosantes se aplican en varices, telangiectasias y malformaciones venosas, así como en escleroterapia de quistes y cavidades resonantes en diversas localizaciones.

Principales agentes. Entre los sclerosantes más utilizados se encuentran el polidocanol, el sulfato de tetradecil sodio (STS), y el etanol. También se emplean soluciones hipertónicas de sal y, en algunas modalidades, formulaciones en forma de espuma para aumentar la superficie de contacto con el endotelio.

Técnica y seguridad. La administración suele ser percutánea y, a menudo, guiada por ecografía. La espuma de sclerosante puede mejorar la eficacia en venas más grandes. Los efectos adversos pueden incluir dolor local, enrojecimiento, pigmentación, malestar transitorio y, con mayor rareza, reacciones alérgicas o complicaciones graves como embolia cuando se utiliza espuma. Existen contraindicaciones como infección en el sitio de tratamiento o alergia al agente.