contricción

Contrición, también conocida como contricción, es un término usado en la teología cristiana para describir el arrepentimiento sincero por los pecados y la resolución de reformarse. Su raíz etimológica procede del latín contritio, que conlleva la idea de “romperse” el interior del individuo, especialmente el corazón ante la ofensa causada a Dios y a los demás. En el uso cotidiano en español, contrición también puede referirse a un sentido general de remordimiento moral, no necesariamente ligado a un marco sacramental.

En la tradición católica, la contrición es un elemento central de la reconciliación con Dios. No se limita a un simple remordimiento; implica un sufrimiento interior por el pecado y un compromiso real de evitarlo en el futuro. La teología distingue, entre otras cosas, dos tipos de contrición: la contrición perfecta, basada en el amor a Dios y en la aversión al pecado por esa relación divina, y la contrición imperfecta, motivada por el temor al castigo o por otros motivos, no necesariamente por el amor a Dios. La contricción perfecta puede, en ciertas circunstancias, remitir la culpa de los pecados si se acompaña de la intención de confesarse en cuanto sea posible; la contrición imperfecta por sí sola no absuelve, salvo cuando se une a la penitencia y a la confesión.

Además, en la Iglesia católica, la contrición se relaciona estrechamente con el sacramento de la penitencia y la absolución, aunque el concepto también se aplica fuera del marco sacramental, en la vida moral de los creyentes. En otros contextos cristianos y en el uso secular, contrición suele designar el arrepentimiento por haber hecho mal, con o sin un rito específico.