catastrófica

Catastrófica es la forma femenina singular del adjetivo catastrófico en español. Describe aquello que pertenece a una catástrofe o que tiene consecuencias desastrosas. Se utiliza para calificar eventos, procesos o resultados que implican daños, pérdidas o interrupciones de gran magnitud. Por ejemplo, lluvia catastrófica o consecuencias catastróficas de un huracán. El sustantivo relacionado es catástrofe.

Etimología y uso lingüístico: catastrófica proviene de catastrófico, que a su vez deriva del griego katastrophḗ, a través del latín catastrophĭcus y del español. Es un término sobrio y técnico en muchos contextos, aunque también aparece en el lenguaje común para enfatizar la gravedad de un hecho.

Usos en distintos ámbitos: en las ciencias naturales y la gestión de riesgos, se habla de eventos catastróficos para describir desastres como terremotos, inundaciones o incendios de gran escala. En climatología y cambio climático, se emplea para referirse a posibles extremos o consecuencias irreversibles. En biología o ecología puede aludir a colapsos catastróficos de ecosistemas o extinciones masivas. En literatura, cine y divulgación, aparece para describir desenlaces o situaciones de alto impacto emocional o societal.

Notas sobre semejanzas y matices: catastrófica comparte significado con términos como desastroso o calamitoso, pero tiende a adoptar un registro más formal o técnico en contextos científicos y de análisis de riesgos. La forma masculina es catastrófico y las formas plural: catastróficos/catastróficas.