betalactámico

Los betalactámicos son una familia de antibióticos que comparten un anillo beta-lactámico en su estructura. Este anillo es clave para su actividad antimicrobiana y, en muchos casos, la presencia de enzimas que lo destruyen determina la resistencia bacteriana.

Mecanismo de acción y clasificación: actúan inhibiendo las PBPs, enzimas responsables de la síntesis de peptidoglicano, componente esencial de la pared celular bacteriana. La interrupción de la síntesis de la pared celular debilita la bacteria y favorece su lisis. Se clasifican en penicilinas, cefalosporinas, carbapenémicos y monobactámicos. Muchos se pueden combinar con inhibidores de betalactamasas para ampliar su espectro de acción, como las asociaciones amoxicilina/ácido clavulánico o piperaciclina/tazobactam.

Espectro y resistencia: el espectro varía según el grupo y la generación. En general, los betalactámicos son eficaces frente a varias bacterias grampositivas y a algunas gramnegativas, con diferencias específicas entre fármacos. La resistencia surge por betalactamasas que hidrolizan el anillo, cambios en PBPs (p. ej., MRSA), reducida permeabilidad de la membrana y bombas de expulsión.

Uso clínico y seguridad: se emplean para infecciones urinarias, respiratorias, cutáneas, intraabdominales y, en ciertos casos, meningitis. Efectos adversos comunes incluyen reacciones alérgicas, diarrea y, de forma rara, convulsiones o colitis asociada a antibióticos. La prudente prescripción y, cuando corresponde, el uso de inhibidores de betalactamasas, son prácticas habituales para evitar resistencias. Historia: Fleming descubrió la penicilina en 1928; Florey y Chain impulsaron su desarrollo clínico en la década de 1940.