atraque

El atraque es la operación mediante la cual una embarcación se coloca y fija en un punto de amarre dentro de un puerto, marina o dársena. El término también designa el lugar destinado a ese amarre, conocido como atraque o amarre, donde la embarcación permanece asegurada durante la estancia en aguas próximas a la dársena. En la gestión portuaria, cada atraque se asigna a un buque concreto y forma parte del plan de atraques del puerto.

Los atraques pueden ser de diferentes tipos según su ubicación y naturaleza: atracaderos junto al muelle, pantalanes o diques, así como amarres en zonas de dique seco o en gradas. La disponibilidad depende de la capacidad portuaria, condiciones de calado y normativa local. En puertos deportivos y yates, los atraques se gestionan como amarres en una marina o club náutico.

Para realizar un atraque se emplean cabos de amarre, defensas para evitar golpes, y cabrestantes o winches. La maniobra suele requerir la actuación de la tripulación y, en puertos comerciales, el apoyo de remolcadores y del personal de pilotaje. Una vez amarrada, la embarcación queda fijada a puntos de amarre, generalmente bollards o cornamusas, y debe mantener un control de tensión para evitar desamarres accidentales y proteger el casco.

El concepto es central para la navegación, el comercio y la seguridad portuaria, ya que determina la capacidad de un puerto, la rotación de buques y la gestión de espacio. En lenguaje técnico, atmar o berthing corresponde al acto de atracar; el término amarrar se usa también para fijar una embarcación con cabos, no obstante puede referirse a otros actos de amarre en agua dulce o mar.