antihéroe

Un antihéroe es un tipo de personaje cuya conducta y motivaciones se apartan de las virtudes tradicionalmente asociadas con el héroe. No exhibe por sí mismo un código de honor ni aspira necesariamente a un bien mayor; a menudo actúa por interés personal, pragmatismo o desesperación, y sus acciones pueden ser cuestionables desde una perspectiva ética.

Entre sus rasgos frecuentes se encuentran la ambigüedad moral, la vulnerabilidad, el humor negro y la autoironía. Puede carecer de virtudes heroicas como la templanza o el altruismo, y a veces recurre a métodos cuestionables o violentos para alcanzar sus fines. A diferencia del villano, el antihéroe a menudo mueve la historia con su presencia, no por su maldad.

El antihéroe no persigue la redención típica: sus metas pueden ser personales o enfrentar situaciones concretas, y sus dilemas éticos invitan a la reflexión sobre la legitimidad de sus medios. Esta figura sirve, a menudo, para explorar temas de identidad, poder y crítica social desde una perspectiva más realista o desilusionada.

El concepto se consolidó en la crítica literaria y cinematográfica del siglo XX, especialmente en narrativa de ficción noir, realismo sucio y dramas contemporáneos. Se emplea para describir protagonistas que exhiben faltas y contradicciones, en contraste con la figura tradicional del héroe claro y ejemplar.

Ejemplos reconocidos incluyen a Walter White de Breaking Bad, Tony Soprano de The Sopranos y Don Draper de Mad Men; en literatura, personajes que operan con normas éticas ambiguas también han sido descritos como antihéroes. En general, la etiqueta subraya la complejidad moral y la distancia respecto a la idealización heroica.