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Unción

La unción es el acto de aplicar aceite o bálsamo a una persona o a una cosa, normalmente como signo de consagración, protección o curación. El término procede del latín unctio, derivado de unguere (untar). En español, la unción puede referirse tanto al proceso como al aceite utilizado en ese acto. En contextos seculares, la unción también describe la aplicación de un ungüento para favorecer la curación de la piel o la protección de un objeto.

En la tradición cristiana, la unción adquiere un significado litúrgico y sacramental. En la Iglesia Católica

En un sentido general, la unción también se emplea fuera del ámbito religioso para describir la aplicación

y
en
muchas
iglesias
protestantes,
la
Unción
de
los
Enfermos
es
un
rito
destinado
a
conferir
gracia,
consuelo
y,
cuando
es
posible,
sanación
espiritual
ante
la
enfermedad
o
la
vejez.
El
ritual
suele
incluir
la
oración
de
la
comunidad,
la
imposición
de
manos
y
la
administración
de
aceite
consagrado
sobre
la
frente
y
las
manos
del
enfermo,
acompañado
de
palabras
litúrgicas.
En
ciertas
tradiciones
históricas
o
regionales
se
ha
utilizado
el
término
Extremaunción
para
referirse
a
la
unción
en
momentos
de
peligro
extremo,
aunque
hoy
suele
distinguirse
de
otros
sacramentos.
Además,
la
unción
puede
referirse
a
la
consagración
de
aceites
para
distintos
sacramentos,
como
el
crisma
(aceite
sagrado)
o
el
óleo
de
la
catequesis
y
de
la
unción
de
los
enfermos.
de
ungüentos
en
la
piel,
o
la
atribución
de
una
cualidad
especial
a
una
persona
o
cosa.
La
palabra
está
estrechamente
relacionada
con
ungüento,
unguentar
y
otras
formas
de
expresar
la
idea
de
untar.