Neoproterozoico

El Neoproterozoico es la última era del Eón Proterozoico, que abarca aproximadamente desde 1.000 hasta 541 millones de años atrás. Se halla entre el Mesoproterozoico y el Eón Fanserozoico (Phanerozoico) y, en la cronología convencional, se divide en tres etapas: Toniano, Criogénico y Ediacárico.

Durante el Neoproterozoico ocurrieron importantes movimientos tectónicos y cambios en la configuración de los continentes. Se produjo la fragmentación de Rodinia y, hacia el final de la era, la formación de la supercontinente Pannotia. Estos cambios terrestres estuvieron acompañados de variaciones en el clima y en la sedimentación global, con zonas de mar profundo y de cuencas marginales en distintos paleogeografías.

El periodo criogénico es especialmente conocido por las glaciaciones extremas conocidas como las glaciaciones criogénicas (incluidas las etapas Sturtian y Marinoan), que dieron lugar a la hipótesis de la Tierra “bolita de nieve”. Estas condiciones frías se combinaron con cambios en la química oceánica y en la cantidad de oxígeno atmosférico, afectando ecosistemas y modificando la biósfera marina.

En el ámbito biológico, el Neoproterozoico marca la transición hacia la vida multicelular compleja. A finales de este periodo emergen organismos de la biota ediácarica, que incluyen formas de vida multicelular blandas y corporaciones fósiles de diversa morfología; hacia el inicio del Phanerozoico, estas comunidades dieron paso a ecosistemas más variados durante la explosión cámbrica.