Hospitalizada

Hospitalizada es la forma femenina del participio pasado del verbo hospitalizar y se utiliza para describir a una persona que se encuentra internada en un hospital para recibir tratamiento, observación o atención médica. También funciona como sustantivo, la hospitalizada, para designar a la persona que está hospitalizada.

En los contextos clínicos y administrativos, la palabra se emplea de manera neutral para referirse a una paciente o mujer que requiere atención hospitalaria. Se suele acompañar de expresiones como ingreso, alta, estancias y plan de atención. En los expedientes médicos se registran aspectos como el estado de la hospitalizada, los procedimientos realizados y la evolución clínica.

Los motivos de hospitalización incluyen cirugías programadas o de emergencia, partos, tratamiento de enfermedades agudas, descompensación de condiciones crónicas o evaluaciones diagnósticas. Dependiendo del sistema de salud y de la situación clínica, la persona puede estar en hospitalización completa en un servicio específico o en estancias en observación; en algunos lugares, la "paciente en observación" no recibe la misma clasificación que quien está ingresada de forma estable.

La duración de la hospitalización varía desde unas pocas horas hasta días o semanas, y la alta se determina cuando el equipo médico considera que la hospitalizada puede continuar su recuperación fuera del hospital. La hospitalización implica aspectos como confidencialidad, consentimiento informado y coordinación entre servicios médicos, familiares y de atención primaria para garantizar la continuidad de la atención.