Colmillos

Colmillos es el término español para describir dientes largos y afilados que sobresalen de la boca de diversos mamíferos. Aunque a menudo se asocia con los caninos, el concepto abarca también otros dientes que cumplen funciones de colmillo en distintas especies, como los incisivos superiores de los elefantes o los caninos de jabalíes y morsas. En general, los colmillos sirven para atrapar, perforar, desgarrar o manipular objetos, y pueden desempeñar un papel importante en la defensa y en la competencia sexual.

En los carnívoros, los colmillos suelen ser caninos alargados y curvados que permiten agarrar y desbarrar a la presa. En herbívoros con colmillos prominentes, como los elefantes, los colmillos son dientes que crecen de forma continua y ayudan en forrajeo, desentierro y defensa; en jabalíes y otros suidos, los colmillos son caninos que crecen y pueden afilarse para luchar.

En paleontología y biología evolutiva, el término también se aplica a dientes alargados propios de especies extintas, como los caninos elongados de ciertos felinos prehistóricos. La forma y el tamaño de los colmillos varían entre especies, y su desgaste y desarrollo pueden reflejar hábitos alimentarios y estrategias de reproducción.

Conservación y cultura: el comercio de colmillos, especialmente de marfil, ha impulsado la caza furtiva y puesto en riesgo a algunas poblaciones; hoy en muchos países existen prohibiciones y regulaciones para proteger estas especies.