Biofortificación

Biofortificación es un conjunto de metodologías para aumentar el contenido de micronutrientes en los cultivos alimentarios básicos, como arroz, maíz, frijol y yuca, a través de la mejora genética, prácticas agronómicas o biotecnologías. Su objetivo es reducir deficiencias nutricionales y mejorar la seguridad alimentaria intrínseca a la cadena de producción.

Existen tres enfoques principales: la mejora convencional mediante cruzamientos para incrementar nutrientes como vitamina A, hierro y zinc; la fortificación agronómica mediante prácticas de manejo y fertilización; y la biotecnología, incluida la transgénesis y la edición genética, para alterar rutas metabólicas o transporte de nutrientes.

Ejemplos notables incluyen el arroz dorado con beta-caroteno (provitamina A), frijoles y trigo enriquecidos en hierro o zinc, y la batata dulce y la yuca con beta-caroteno; programas como HarvestPlus coordinan esfuerzos para llevar cultivos biofortificados a comunidades de bajos ingresos.

Beneficios: mejora de la ingesta de micronutrientes, efectos potenciales sobre la salud a largo plazo, mayor sostenibilidad que la fortificación externa. Las evidencias provienen de ensayos en campo y estudios de biomarcadores que muestran aumentos significativos en la biodisponibilidad.

Desafíos: aceptación de agricultores y consumidores, costos de desarrollo y registro regulatorio, incertidumbre sobre biodisponibilidad y posibles efectos agronómicos; la implementación requiere estrategias integradas con alimentación y salud pública.