terrífico

Terrífico es un adjetivo del español que describe aquello que inspira miedo intenso, espanto o una impresión formidable. En el uso actual, suele aparecer en registro literario o arcaico, y es menos frecuente en el habla cotidiana, donde se prefieren terrorífico, horrífico o espantoso.

Etimología: procede del latín terrificus, que significa “que provoca terror”; a través de la tradición lingüística europea llegó al español, con el paso de los siglos y, en algunos momentos, bajo la influencia de variantes como el francés terrifique. Su sentido se mantiene ligado a la idea de asombro y temor, más que a simples detalles de crudeza.

Uso y connotaciones: terrífico se aplica a descripciones de paisajes, escenas, miradas o eventos que resultan especialmente intimidantes o desasosegantes. Su tono es solemne o literario, y tiende a marcar una atmósfera marcada por lo extraordinario o lo estremecedor. En el español moderno, muchos hablantes optan por términos más comunes como terrorífico, espantoso o escalofriante; terrífico puede servir como alternativa cuando se busca un efecto estilístico antiguo o deliberadamente arcaizante.

Ejemplos: “La caverna, iluminada por antorchas, tenía un aspecto terrífico.” “El rugido del trueno dejó una sensación terrífica entre los exploradores.”

Notas: terrífico no debe confundirse con usos relacionados con la tierra o con palabras como terrenal o terrestre; su valor semántico está ligado al terror y la intimidación, no a lo geográfico. Ver también terrorífico, terror, espantoso.