reloj

Un reloj es un dispositivo cuyo objetivo es medir y mostrar el transcurso del tiempo. En español, el término se remonta al francés horloge/horologe, a su vez del latín horologium, que significa reloj o instrumento para indicar la hora.

Entre los primeros dispositivos se encuentra el reloj de sol, que utiliza la sombra de un gnomón para señalar las horas, y el reloj de agua, o clepsidra, que mide el tiempo por el flujo de un líquido. En la Europa medieval se desarrollaron relojes mecánicos de torre y de mesa para iglesias y monasterios, impulsados por ruedas dentadas y, más tarde, por resortes. El reloj de péndulo, descrito por Christiaan Huygens en el siglo XVII, incrementó notablemente la precisión de los relojes mecánicos.

Con el siglo XX llegaron los relojes de cuarzo, que utilizan la oscilación precisa de cristal de cuarzo para regular el movimiento, haciendo los relojes más pequeños y fiables. En las décadas posteriores se popularizaron los relojes de pulsera, que pueden ser mecánicos, de cuarzo o electrónicos. También existen relojes atómicos que, mediante la vibración de átomos de cesio o rubidio, definen la hora con una exactitud extraordinaria y constituyen la base de los estándares de tiempo internacionales.

Un reloj típico consta de un movimiento, un conjunto de engranajes, un sistema de regulación (escape o volante), una fuente de energía (muelle o batería) y una esfera con manecillas o una pantalla digital que indica las horas, minutos y a veces segundos. Los relojes modernos incluyen funciones como calendarios, cronómetros y sincronización por radio o satélite, para mantener la hora en conjunto con el estándar mundial.

El reloj ha influido en la organización social, en la definición de husos horarios y en la vida diaria, desde la puntualidad de las actividades hasta la sincronización de comunicaciones y redes.