quebrantada

Quebrantada es la forma femenina del participio pasado de los verbos quebrantar y quebrar, y se utiliza como adjetivo para describir algo que ha sido roto, fracturado, dañado o debilitado. Aunque se usa con objetos físicos, también designa estados o condiciones abstractas, por ejemplo una promesa quebrantada, una confianza quebrantada o un espíritu quebrantado. Es frecuente en lenguaje literario y periodístico para enfatizar daño, ruptura o vulnerabilidad.

Procede de quebrantar y quebrar, dos verbos de uso común en español, con el sufijo -ada que forma participios y adjetivos femeninos. En la mayoría de los textos, la forma masculina es quebrantado, y la femenina, quebrantada.

Uso: se emplea con sustantivos femeninos. Ejemplos: una promesa quebrantada, la fe quebrantada, un corazón quebrantado. El término también puede referirse a estados físicos que han sufrido fracturas o debilitamiento, como una cuerda quebrantada o una estructura quebrantada, especialmente en lenguaje poético o descriptivo.

Notas: en español, la forma masculina quebrantado se usa con sustantivos masculinos; en femenino, quebrantada se usa con sustantivos femeninos. Otras formas relacionadas cercanas son quebrante, quiebra o quiebre, que también aparecen en contextos de daño o ruptura.