neoplatonismo

El neoplatonismo es una corriente filosófica y espiritual que se desarrolló en el mundo grecorromano tardío y que toma como base la filosofía platónica, integrando elementos místicos y religiosos. Aunque se identifica con Plotino, su producción abarca a otros protagonistas y una tradición que se extendió hasta la Edad Media y más allá.

El núcleo del sistema se estructura en una jerarquía metafísica de emanaciones. En la cima está el Uno, fuente absoluta de todo ser y plenitud incomunicable. Del Uno emanan el Nous (la Mente o Inteligencia) y, a través de él, la World Soul (Alma del mundo). De estas realidades se derivan, en última instancia, los seres y, en el plano material, la dualidad entre forma y materia. El mundo sensible aparece como un descenso desde la perfección divina. El objetivo humano es el retorno del alma a la contemplación del Uno, mediante la purificación, la educación filosófica y, en algunos casos, la práctica ritual o teúrgica para facilitar la unión con lo divino.

Historia y desarrollo. Plotino, creador de la síntesis neoplatónica, expuso estas ideas en las Enéadas, recogidas posteriormente por su discípulo Porfírio. Iamblico introdujo la teurgia como medio para la unión con lo divino, mientras Proclo sistematizó la escuela con una cosmología compleja y un ritualismo amplio. En la Antigüedad tardía y la Edad Media, el neoplatonismo influyó en la teología cristiana y en la filosofía islámica, con adaptaciones y relecturas de estas ideas. Durante el Renacimiento, pensadores como Marsilio Ficino promovieron una revitalización de Plotino, influyendo en la tradición mística y en la contemplación filosófica.

Legado. El neoplatonismo dejó una huella duradera en la metafísica, la teología y la espiritualidad, moldeando enfoques sobre la emanación, la jerarquía de realidades y la búsqueda de la unión con lo divino en distintas tradiciones culturales.