frivolidad

Frivolidad es un sustantivo del español que designa la cualidad o estado de ser frivol, es decir, de actuar con poca seriedad o de tratar asuntos sin la debida trascendencia. En el uso cotidiano se asocia a comportamientos, comentarios o temas superficiales, banales o dirigidos al placer inmediato. Etimológicamente, la palabra procede del latín frivolus, que significa ligero o trivial, y pasó al español a través del francés frivole/frivole.

En el habla común también se refiere a actitudes de ligereza moral o intelectual, cuando alguien prioriza la diversión o la apariencia sobre la responsabilidad, la evidencia o las consecuencias. El término se aplica a modas, debates o gestos que se consideran sin propósito serio o sin sustento.

En la jerga legal y administrativa, la frivolidad puede describir actos, demandas o alegaciones que carecen de mérito suficiente o de interés legítimo, es decir, frívolos. En crítica cultural, la frivolidad se analiza como una característica estética que concede valor a la ligereza, la ornamentación o la diversión, frente a la seriedad o la profundidad.

Sinónimos cercanos son trivialidad, liviandad y superficialidad, aunque frívolo se refiere más al comportamiento que a la sustancia. Sus antónimos son seriedad, trascendencia y rigor. Es un término que suele emplearse para contrastar actitudes o preocupaciones con un peso real, social o moral.