fluoresceína

La fluoresceína es un colorante sintético de la familia de los xantenos que emite fluorescencia verde cuando se ilumina con luz azul. Se presenta habitualmente en forma de ácido libre o de su sal disódica y es altamente soluble en agua. En soluciones, su espectro de absorción se sitúa alrededor de los 490 nanómetros y su emisión máxima se halla entre 520 y 530 nanómetros; la intensidad de la fluorescencia depende del estado de desprotonación y del pH del medio.

Se utiliza ampliamente como trazador fluorescente en biología y medicina. En oftalmología se aplica de forma tópica para la evaluación de la superficie ocular y para realizar angiografía fluorescente de la retina, permitiendo visualizar la circulación vascular y posibles fugas. En diagnóstico clínico se emplea para estudiar el flujo y la permeabilidad de estructuras mediante la observación de la fluorescencia en imágenes, y también se usa como fluoróforo en microscopía e histología para marcar muestras biológicas.

Seguridad y manejo: la fluoresceína es, en general, bien tolerada en dosis clínicas, pero puede provocar molestias o reacciones alérgicas en casos raros. La excreción se realiza principalmente por los riñones y la orina puede teñirse de amarillo verdoso. Debe evitarse la extravasación y tomar precauciones en personas con antecedentes de hipersensibilidad. Se debe almacenar protegida de la luz y a temperatura ambiente.

Historia: la fluoresceína fue sintetizada por primera vez por Adolf von Baeyer en 1871 y desde entonces se ha convertido en una de las fluoróforas más empleadas en diagnóstico médico.