extremismo

Extremismo se refiere a un conjunto de creencias o ideologías que buscan alcanzar metas políticas, sociales o religiosas mediante medios que se consideran intransigentes, excluyentes o violentos, y que tienden a oponerse a la pluralidad, la democracia y el marco legal vigente. Se distingue de la radicalidad, que puede implicar deseo de cambio profundo sin recurrir necesariamente a la violencia o a la desvalorización de las normas democráticas. El extremismo suele implicar dogmatismo, deshumanización de oponentes y la creencia de que los fines justifican cualquier medio.

Las formas de extremismo son diversas: extremismo de derecha, extremismo de izquierda, extremismo religioso o sectario, nacionalismo extremo o separatismo, y otras corrientes que procuran la dominación o la impugnación de derechos cívicos mediante la violencia o la coerción. En muchos casos, el extremismo violento opera como una fase o subproducto de estas ideologías cuando se recurre a la violencia para intimidar a la sociedad.

La radicalización hacia el extremismo suele ser un proceso complejo influido por factores personales, sociales y mediáticos: experiencias de injusticia percibida, identidad y pertenencia, vulnerabilidad, redes sociales en línea y propaganda que simplifica la realidad, deshumaniza al rival y promete pertenencia y poder.

Impactos y respuestas: el extremismo puede aumentar la violencia, provocar ataques, erosionar derechos y polarizar a la sociedad, así como alimentar la discriminación. Las estrategias de contención buscan prevenirlo a través de educación cívica, desarrollo de habilidades críticas, intervención temprana, cooperación comunitaria y políticas de desradicalización, además de una moderación equilibrada en línea que proteja derechos y fomente el diálogo.

En investigación, se analizan procesos de radicalización, redes de apoyo y efectividad de políticas públicas desde enfoques interdisciplinarios para comprender y reducir las condiciones que lo alimentan.