desembocadura

Desembocadura es el punto final de un curso de agua, como un río o arroyo, donde vierte sus aguas en un cuerpo mayor: mar, océano, lago o, en algunos casos, otro río. En la terminología geográfica, también se habla de la boca del río. Las desembocaduras pueden ser de diferentes tipos, entre ellas estuarias y deltas, que se forman por la interacción de las corrientes fluviales con las mareas, la salinidad y la sedimentación.

Las desembocaduras presentan características variables según la hidrodinámica y la sedimentación. En un estuario, el agua dulce se mezcla con agua salada y las corrientes varían con las mareas; suele haber sedimentos finos y una alta productividad biológica. En un delta, la acumulación de sedimentos asciende y el cauce se ramifica en múltiples canales. Otras desembocaduras pueden consistir en canales o ramificaciones naturales o artificiales. La morfología está determinada por la carga sedimentaria, el régimen de mareas y tormentas, y la geografía local. En áreas urbanas, estas zonas pueden modificarse mediante obras de ingeniería para facilitar la navegación y el drenaje, como defensas costeras, diques y canales.

Ejemplos notables incluyen la desembocadura del río Amazonas en el Atlántico, la del Nilo en el Mediterráneo, la del Po en el mar Adriático y la del Guadalquivir en el Atlántico. Las desembocaduras son ecosistemas dinámicos que albergan hábitats de peces, aves y moluscos, pero también enfrentan presiones humanas como contaminación, sedimentación y modificación de caudales, lo que exige gestión ambiental para preservar la dinámica natural y la seguridad de las comunidades ribereñas.