ampicylina

La ampicilina es un antibiótico betalactámico de la clase de las aminopenicilinas, dentro de las penicilinas. Se utiliza para tratar infecciones causadas por bacterias susceptibles y puede administrarse por vía oral o por vía parenteral. Su acción se basa en la inhibición de la transpeptidación del peptidoglucano en la pared celular, lo que impide la síntesis de la pared y provoca la muerte bacteriana.

Su espectro cubre varias bacterias grampositivas, como ciertos estreptococos y enterococos (según la especie), así como algunas bacterias gramnegativas como Escherichia coli, Haemophilus influenzae y Listeria monocytogenes. No es eficaz frente a la mayoría de bacterias productoras de beta-lactamasa; por ello puede asociarse con inhibidores de beta-lactamasa (por ejemplo, ampicilina con sulbactam) para ampliar el espectro.

Usos clínicos: se emplea en infecciones del tracto respiratorio, urinario, gastrointestinal y de la piel y tejidos blandos. También se utiliza en infecciones graves y, en meningitis por Listeria, suele emplearse como parte de una terapia combinada con otros antibióticos.

Administración y farmacocinética: disponible en forma de cápsulas o suspensión oral, y para uso intravenoso o intramuscular. La dosis depende de la edad, el peso y la gravedad de la infección; la eliminación se realiza principalmente por los riñones, por lo que se debe ajustar en insuficiencia renal. En adultos con función renal normal, la vida media es de aproximadamente 1–2 horas.

Efectos adversos y consideraciones: entre los efectos adversos se incluyen erupciones cutáneas, diarrea y reacciones alérgicas. También puede favorecer infecciones por Clostridioides difficile y, a dosis elevadas, convulsiones. Se debe evitar en personas con alergia conocida a las penicilinas y vigilar posibles interacciones con otros fármacos, como probenecid o allopurinol. En el embarazo, su uso está considerado aceptable cuando está indicado.