serigrafías

La serigrafía, también conocida como impresión de pantalla, es una técnica de reproducción en la que se transfiere tinta a través de una malla tensada en un bastidor mediante una plantilla. La malla, normalmente de poliéster o seda, se bloquea en las áreas que no deben imprimir con una emulsión o un stencil, de modo que la tinta pasa solo por las aberturas abiertas al presionar con una rasqueta.

El proceso típico implica preparar la imagen en capas, seleccionar la malla adecuada y aplicar una capa de emulsión fotosensible sobre la pantalla. Posteriormente se expone a una fuente de luz para endurecer las áreas que deben imprimir y se lava la emulsión no expuesta para crear el stencil. Una vez seca la pantalla, se aplica tinta sobre ella y se usa la rasqueta para forzar la tinta a través de las aberturas hacia el sustrato, repitiendo para cada color y registrando las capas para una buena coincidencia.

Los sustratos compatibles son diversos: papel, tela, plástico, cerámica, vidrio y madera. Las tintas pueden ser acrílicas, plastisol o a base de solvente, dependiendo del sustrato y del acabado deseado. La serigrafía permite colores planos intensos, buenos contrastes y acabados opacos o brillantes, y es adecuada para tiradas medianas y grandes.

Históricamente, la serigrafía se desarrolló en el siglo XX y se popularizó en las artes visuales a partir de los años 1960, con artistas como Andy Warhol que llevaron la técnica a la cultura popular. Hoy se utiliza tanto en arte gráfico y diseño como en aplicaciones industriales, como impresión de textiles, señalización y productos promocionales.