anticiclónico

Anticiclónico es un término utilizado en meteorología para describir las condiciones asociadas a un anticiclón, es decir, a una región de alta presión en la atmósfera. En estas áreas, el aire desciende y se distribuye hacia la superficie, lo que reduce la nubosidad y favorece el tiempo estable. En los mapas meteorológicos, un anticiclónico se identifica por un centro de presión alta, con vientos que rodean el centro y tienden a divergir; en el hemisferio norte circulan en sentido horario, y en el hemisferio sur, en sentido antihorario.

Los anticiclónicos suelen traer cielos despejados, poca o nula lluvia y una mayor variabilidad de temperatura entre día y noche. La descendencia del aire favorece la inversión térmica y, a veces, la entrada de aire limpio pero estancado, lo que puede afectar la calidad del aire en áreas urbanas cuando las condiciones persisten. Durante el verano, la radiación solar intensa y la ausencia de nubes pueden provocar temperaturas elevadas; en invierno, la radiación nocturna puede generar heladas y heladas débiles en zonas rurales o de alta altitud.

A gran escala, los anticiclones pueden actuar como bloques que impiden la llegada de sistemas frontales, prolongando periodos de tiempo seco y estable. Entre los anticiclones de mayor influencia regional destacan el anticiclón de las Azores, el anticiclón subtropical y el anticiclón de Siberia, que modulan patrones climáticos estacionales en sus respectivas regiones.